sábado, 5 de mayo de 2012

2° cuatrimestre- grecia: la leyenda del minotauro


La Leyenda del Minotauro

 

  Minos, hijo del dios Zeus, pidió a Poseidón (dios del mar) apoyo para suceder al rey de Creta y ser reconocido como tal por los cretenses. Poseidón lo escuchó e hizo salir de los mares un hermoso toro blanco, al cual Minos prometió sacrificar en su nombre. Sin embargo, al quedar Minos maravillado por las cualidades del hermoso toro blanco, lo ocultó entre su rebaño y sacrificó a otro toro en su lugar esperando que el dios del océano no se diera cuenta del cambio. Al saber esto Poseidón, se llenó de ira, y para vengarse, inspiró en Pasifae (esposa de Minos) un deseo tan insólito como incontenible por el hermoso toro.

   Minos, que no prestaba atención a su esposa, dejó que hiciera cuanto quisiese, y así, ella intentó seducir al toro. Una vez logrado el amor entre el toro y Pasifae nació, como resultado de esta unión, el Minotauro (con cuerpo de humano y cabeza de toro).

  Minos ordenó a Dédalo (el más importante constructor de Creta) construir una jaula gigantesca de la cual el Minotauro no pudiera escapar. Dédalo entonces construyó el laberinto, una estructura gigantesca compuesta por cantidades incontables de pasillos que iban en distintas direcciones, entrecruzándose entre ellos, de los cuales sólo uno conducía al centro de la estructura, donde el Minotauro fue abandonado.

  A la par que el laberinto encerraba al Minotauro, Minos atacó el territorio ateniense e hizo rendir a Atenas y a partir de allí, los atenienses debían ofrecerle un tributo a Creta. Una de las condiciones era entregar a siete jóvenes y siete doncellas como sacrificio para el Minotauro. Los catorce jóvenes eran internados en el laberinto, donde vagaban perdidos durante días hasta encontrarse con la bestia, sirviéndole de alimento.

   Años después de impuesto el castigo a los atenienses, Teseo, oriundo de Atenas, se dispuso a matar al Minotauro y así liberar a su patria de Minos y de su condena. Teseo se enteró del sacrificio de los jóvenes y decidió él mismo ser parte de la ofrenda para enfrentarse a la bestia. Al llegar a Creta, los jóvenes fueron presentados a Minos. Teseo conoció entonces a Ariadna, hija del rey Minos, quien se enamoró de él. La princesa rogó a Teseo que se abstuviera de luchar con el Minotauro, pues eso le llevaría a una muerte segura, pero Teseo la convenció de que él podía vencerlo. Ariadna, se dispuso a ayudarlo, e ideó un plan que ayudara a Teseo a encontrar la salida del laberinto en caso de que derrotara a la bestia.

  Ariadna entonces le entregó a Teseo una punta de un hilo muy largo, y le dijo que por ningún motivo lo soltara mientras estuviera dentro del laberinto. Ella sostenía la otra punta del hilo, y gracias a eso, Teseo podía seguir el hilo de vuelta a la entrada del laberinto. El héroe y los demás jóvenes entraron al laberinto, y después de varias horas de caminar por éste se encontraron con el Minotauro. Teseo luchó contra él desarmado, pues el rey no le permitió llevar consigo sus armas, y lo derrotó. Para salir del laberinto, Teseo siguió de vuelta el hilo que Ariadna le había dado, y así guió hasta la salida a los demás jóvenes.

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